Japón: Un movimiento nacional a gran escala quiere detener a la OMS.

El Movimiento Nacional para la Protección de la Vida de la OMS en Japón ha anunciado su gran protesta el 31 de mayo en Tokio. El 13 de abril, decenas de miles de personas se manifestaron en Japón contra la OMS y su planificada toma del poder. Los manifestantes se resisten al acuerdo pandémico de la OMS y a los cambios en el RSI, que se adoptarán en la Asamblea General de la OMS (WHA) los días 28 y 29 de mayo. También les preocupan los procesos de aprobación y toma de decisiones fraudulentos e irregulares de la OMS.

La convocatoria de la manifestación y rueda de prensa se refiere a las actividades Covid del gobierno japonés, que ha promovido la vacunación experimental con ARNm genético como única solución contra el Covid19. En Japón no sólo la tasa de vacunación es la más alta del mundo, sino también el número de vacunaciones (máximo 7 veces). El número de personas infectadas por Covid ha aumentado paralelamente a la vacunación, y el número de personas que sufren efectos adversos, reconocidos por médicos y expertos como daños relacionados con la vacuna, ha aumentado significativamente.

Además, Japón tiene el mayor número de exceso de muertes del mundo. El gobierno japonés no ha logrado evitar este daño. No han cumplido con su responsabilidad de educar al público sobre el daño causado por las vacunas.

Japón es el primer país en aprobar la vacuna de ARNm autoamplificada llamada Replicon. Sin haber probado adecuadamente su seguridad y eficacia, se espera que la vacuna comience a distribuirse este otoño. Además, el Primer Ministro Kishida ha declarado que Japón se convertirá en “el país líder en ensayos clínicos del mundo”. Existe una gran preocupación de que la próxima “pandemia” pueda ser la tercera bomba atómica lanzada sobre el pueblo japonés.

El 17 de abril, supervivientes de víctimas de la vacuna contra el coronavirus presentaron en Japón la primera demanda colectiva del país.

En Japón, el “Proyecto de plan de acción gubernamental para contramedidas contra la influenza pandémica” estipula que se informará a la OMS sobre la base del RSI si se sospecha de una nueva cepa del patógeno. Se teme que esto pueda restringir la libertad de acción y la movilidad debido al control indiscriminado de la pandemia.